Degradación de una lata de aluminio es un tema crítico en sostenibilidad: una lata puede tardar 200–500 años en desaparecer del entorno. Conoce junto a Santos Bartolomé: chatarrería Valladolid por qué este proceso supone un reto y cómo el reciclaje de aluminio se convierte en la mejor solución.
¿Por qué tarda tanto en degradarse una lata de aluminio?
El aluminio, gracias a su resistencia a la corrosión, permanece prácticamente intacto durante siglos. Esa durabilidad es excelente cuando la utilizamos, pero un problema enorme cuando acaba en vertederos o en la naturaleza.
Impacto ambiental del aluminio no reciclado
- Deforestación: La extracción de bauxita genera pérdida de hábitats.
- Contaminación del agua: Vertidos de químicos en ríos y acuíferos.
- Emisiones de CO₂: Altos consumos energéticos en fundición primaria.
- Vertederos eternos: Latas ocupan espacio durante cientos de años.
Beneficios del reciclaje de aluminio
Reciclar aluminio es una de las acciones más efectivas para combatir el cambio climático:
- Ahorro del 95 % de energía: frente a la producción desde la bauxita.
- Menos emisiones: reduce drásticamente tu huella de CO₂.
- Reciclaje infinito: el aluminio puede fundirse y moldearse sin perder calidad.
Cómo reciclar correctamente una lata de aluminio
Para que tu lata entre al ciclo de reciclaje y no acabe en un vertedero, sigue estos pasos:
- Enjuágala para quitar restos de bebida.
- Aplástala y optimiza espacio en el contenedor amarillo.
- Deposítala en el contenedor de envases metálicos de tu localidad.
Conclusión
La degradación de una lata de aluminio puede llevar hasta cinco siglos, pero reciclarla es sencillo y de gran impacto: ahorras energía, reduces emisiones y cuidas el planeta. ¡Cada lata cuenta!